Bares cerrados, calles
de humo
y gatos moribundos.
Solo un lumpen como yo
buscando un poco de amor ocasional
en el lugar equivocado.
y gatos moribundos.
Solo un lumpen como yo
buscando un poco de amor ocasional
en el lugar equivocado.
La
noche es una puta con oficio.
Me abraza, me besa, me tira la goma y yo le creo.
Claro que le creo.
Claro que le creo.
Pego un papel mal cortado en un antro desenfocado
y vuelta a
salir al ruedo.
Escupiendo sangre en la cara al mismo Satán.
Una
chica me pide un cigarrillo.
Conversamos, fumamos, caminamos,
dejamos de lado nuestra propia fealdad,
nuestra propia tristeza mundana
dejamos de lado nuestra propia fealdad,
nuestra propia tristeza mundana
y nos enamoramos por un
rato en un garage olvidado.
La
misma puta vieja nos separa. Celosa. Posesiva.
Para siempre.
Para siempre.
Porque
la noche es una puta perversa.
Me ofrece una genialidad de cartulina, un amor
gastado,
una feria americana para el alma.
una feria americana para el alma.
Y
ahora el día me patea en el banco de una plaza
¿a donde te fuiste mi puta
hermosa?
Quede solo, solo, solo ¿hay alguien del otro lado?